Después de casi una semana de estar comiéndome la cabeza y soñando despierta, me he topado nuevamente con la realidad.
Es curioso cómo el cerebro te hace vivir momentos que ni siquiera se han llevado a cabo o que te haga pensar que algo que deseas se hará realidad. Soñar no es malo, soñar despierta tampoco, pero es malo cuando llegas al punto de no distinguir la realidad del sueño en el que estás.
Odio tener que estar así, por mucho que me lo repita, siempre acabo cayendo, pero creo que ésta vez es peor. No sé porqué pero he llegado a un punto de ni saber si las cosas que he hecho han merecido la pena. Ahora tengo incluso miedo de perder algo muy importante. Quizás son paranoias mías o quizás no, pero hoy hace una semana que estaba la mar de feliz, tranquila, disfrutando de la compañía de mis amig@s, mi familia y del verano. Tenía una perspectiva de lo más colorida y clara sobre lo que quería y sentía, pero de repente como una de esas tormentas que aparecen en verano y descargan toda su furia, se ha trastocado cada uno de mis pensamientos y planes.
Sigo sin entender cómo he llegado a ésta situación. En momentos como éstos es cuando odio no poder controlar mis sentimientos con la razón y hacerle entender al corazón que las cosas no son lo que parecen, que por mucho que quiera, las cosas nunca sucederán como quiere hacerme creer y que la razón siempre tiene la razón (valga la redundancia).
Hoy quiero volver a ese mismo día, pero cambiar las cosas, quizás no dejar que los sentimientos dominaran mi ser por un momento y que la cabeza controlara todo, pero por mucho que quiera cambiar las cosas, nunca podré hacerlo. Odio cuando quiero volver atrás y cambiar lo que he hecho, pero ya es tarde, quizás demasiado tarde, no lo sé. Pensaba que estaba segura de lo que había hecho, pero a día de hoy, me he dado cuenta que no debería haberme dejado arrastrar por lo que sentí en ese momento. Ya no estoy segura si ahora mismo seguiría con la misma duda o no y de si las cosas serían diferentes. No obtengo ni una respuesta a ese mensaje y lo único que hago es comerme la cabeza día sí y día también pensando que lo más probable es que la cagué...
Definitivamente, un verano más, vuelvo a estar igual. Sola, sufriendo por culpa de mis sentimientos y deseando volver atrás y cambiar las cosas...
El solo sale y se oculta cada día, pero yo sigo igual, día tras día y por mucho que me lo quiera negar a mi misma, creo que por primera vez en mi vida, y sin saber cómo ni porqué me he enamorado y la he cagado. Porque visto lo visto, ésto no era lo que llevo imaginándome toda mi vida. Pero siempre hay una primera vez para todo, desgraciadamente para mi, ésta me está haciendo sufrir en silencio.
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